GRATITUD

Según la psicología positiva,​ la gratitud ha pasado a formar parte del estudio de la psicología convencional.​ El estudio de la gratitud dentro de la psicología se ha centrado en la comprensión de la experiencia a corto plazo de la emoción de la gratitud (el estado de gratitud), las diferencias individuales en la frecuencia con que la gente siente gratitud (los rasgos de gratitud), y la relación entre estos dos aspectos.

Una gran cantidad de trabajos recientes han sugerido que las personas que son más agradecidas tienen un mayor nivel de bienestar subjetivo. Las personas agradecidas son más felices, se sienten menos deprimidas, menos estresadas y más satisfechas con sus vidas y sus relaciones sociales.​ Así mismo, las personas agradecidas tienen mayores niveles de control de sus circunstancias, crecimiento personal, propósito en la vida, y aceptación de uno mismo.​  Además, las personas agradecidas tienen formas más positivas de lidiar con las dificultades que experimentan en la vida, siendo más propensos a buscar ayuda de otras personas, reinterpretar y aprender de la experiencia, y dedicar más tiempo a la planificación de cómo lidiar con el problema.  También tienen menos estrategias negativas de afrontar problemas, siendo menos probable que traten de eludir los problemas, negar que existan, culparse a sí mismos, o hacer frente a ellos a través del uso de sustancias. ​La gente agradecida duerme mejor, y esto parece ser debido a que tienen menos pensamientos negativos justo antes de irse a dormir.​

Se ha dicho que la gratitud está mucho más relacionada con la salud mental que cualquier otro rasgo de carácter. Numerosos estudios sugieren que las personas agradecidas son más propensas a tener niveles más altos de felicidad y menores niveles de estrés y depresión. ​En un estudio sobre la gratitud, se asignó aleatoriamente a los participantes una de las intervenciones terapéuticas diseñadas para mejorar la calidad general de vida (Seligman et. all., 2005). ​De todos estos métodos, se encontró que el que tenía mayores efectos a corto plazo provenía de una "tarjeta de gratitud", donde los participantes escribieron y entregaron una carta de agradecimiento a alguien en su vida. Este procedimiento demostró un aumento en las puntuaciones de felicidad en un 10 por ciento y una caída significativa en las puntuaciones de depresión, resultados que se prolongaron hasta un mes después de la visita. De los seis procedimientos, el que tuvo más efectos a largo plazo fue el de escribir "diarios de gratitud", donde pidió a los participantes que anotaran todos los días tres cosas por las que estuvieran agradecidos. Las puntuaciones de felicidad de estos participantes también aumentaron y continuaron aumentando a medida que se realizaban exámenes periódicos después del experimento. De hecho, se encontró que los mayores beneficios por lo general solían ocurrir aproximadamente seis meses después de comenzar el tratamiento. Este ejercicio tuvo tanto éxito que, aunque a los participantes sólo se les pidió seguir con el diario durante una semana, muchos de los participantes continuaron alimentándolo  tiempo después de que el estudio había terminado.

Aunque hay muchas emociones y rasgos de la personalidad que son importantes para el bienestar, hay evidencias de que la gratitud puede ser de una importancia excepcional. En primer lugar, un estudio longitudinal mostró que las personas que estaban más agradecidas pudieron enfrentar mejor un cambio de vida. En concreto, las personas que eran más agradecidas antes del cambio estaban menos estresadas, menos deprimidas y más satisfechas con sus relaciones después de tres meses. En segundo lugar, dos estudios recientes han sugerido que la gratitud puede tener una relación única con el bienestar, y puede explicar los aspectos del bienestar que otros rasgos de personalidad no pueden. 

Según Cicerón, "la gratitud no es solo la más grande de las virtudes, sino la madre de todas las demás."

https://es.wikipedia.org/wiki/Gratitud

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